martes, 2 de septiembre de 2014

Día 9 - Aventura, despedida y final

El día 9 arrancó muy temprano. Tempranísimo. Casi de madrugada diría. Los chicos habían aterrizado a las 5, así que a las 7 cuando los fueron a levantar para ir al Paintball y Quatri sólo la mitad bajó a desayunar. Los 16 valientes y el acompañante partimos hacia la aventura. Aunque habiendo llegado uno de los valientes se acobardó y se fue a dormir al hall del lugar.


Empezamos con el Paintball. Dos grupos de 8 tratando de capturar las banderas en territorio enemigo. Muy divertido y exigente físicamente. Al menos para un jovato de casi 50... Ah... sí. Obviamente que yo jugué!


Luego fuimos al Quatri, donde luego de una breve clase introductoria, hicimos 3 vueltas en una pista de unos dos kilómetros de largo. Por suerte sin accidentes de consideración. Sólo una rodilla raspada. Nada de que preocuparse.


Un pequeño desayuno y regreso al hotel para el almuerzo. Luego algunos pocos salieron en busca de chocolate y por la tarde nos fuimos a Aventura Extrema.


Aventura Extrema es un campo en donde se pueden realizar diversos juegos divertidos para los chicos. Allí repetimos el Quatriciclo (aunque algunos/as no pasaron la prueba de manejo), y probamos equilibrio en algo llamado Longboard que se parece más a montar una cortadora de césped que a una patineta con motor.


Luego íbamos a probar una rueda inflable en el agua pero... justo antes de que nuestro grupo ingresara un chico del grupo anterior se sacó la rodilla de lugar justo en ese juego, así que no hubo más juegos. "Por suerte no era nuestro" fue mi pensamiento egoísta del último día. Terminábamos invictos de lesionados.


Merendamos y volvimos corriendo al hotel. Las chicas se bañaron en tiempo record (hablando de chicas, obviamente), y a los 45 minutos estábamos todos listos para ir a la cena de velas.


La cena consistió en pollo a la parrilla y ensaladas varias, con una pobre fondue de chocolate de postre. Y luego la entrega de los MaxDream Fierros y las cartas. Momento emotivo donde hubo reacciones varias. Los que se emocionaron y lloraron sin ocultarlo. Los que prefirieron no abrir sus cartas justamente para no emocionarse en público, y los que directamente, en una actitud bien rebelde, rechazaron el momento diciendo que no correspondía una cosa así antes de ir a un boliche. Que era un bajón. Por suerte este grupo fue el menor. La mayoría disfrutó el momento. Y en lo personal yo tuve los mejores regalos de todo el viaje: el aliento de todo el grupo (único en gritar en ese momento), cuando entregaron el premio al "mejor acompañante". Y el abrazo de mi hija luego de leer la carta, los dos en lágrimas.


Pasado el momento romántico de la noche partimos hacia Rocket donde tuvieron su despedida de los boliches. Del boliche derecho al hotel a armar las valijas, bajar a desayunar y partida a Buenos Aires.
Punto final para una aventura que ellos seguramente recordarán siempre, y yo también.


Les dejo las fotos del último día (que son muchas porque en casa tengo buen internet!!!!), en el siguiente link:


https://drive.google.com/folderview?id=0BxvtHwuFF_mgWDV2T0FnNmVocVU&usp=sharing


Párrafo para que lean los chicos:


Chicos, quería dejarles unos párrafos a uds. en este blog que fue hecho para los padres. Sepan que son un grupo increíble. Llenos de energía bien aplicada, con mucha onda y, tal vez lo más importante, son un grupo que sabe aceptar e incorporar las diferencias que hacen de cada uno un ser especial y extraordinario. No pierdan nunca esa capacidad de entender y aceptar al otro. Y nunca pierdan esas ganas de ser felices que mostraron en estos 10 días.


Tuve la suerte de conocerlos a todos y de vincularme más cercanamente con algunos. Ya sea por algún problema o por algún resfrío intenté estar cerca de uds. y eso creó una conexión entre nosotros. Espero que uds. sientan que estuve ahí cuando lo precisaron.


Finalmente quiero decirles algo que pude decirle sólo a unos pocos al bajar del micro. Me hubiera gustado hacerlo con todo el grupo pero la llegada a Buenos Aires con un chofer que no tenía idea de dónde quedaba el colegio me obligó a hacer de acompañante también de él.


Mucha gracias por haberme dejado compartir esta semana tan especial para uds. Gracias por haberme hecho sentir uno más del grupo. Gracias por haberme integrado y haber confiado en mí cuando lo necesitaron. Me regalaron una semana de ensueño (no de sueño solamente :) ), y me hicieron conocerlos y quererlos. Sepan que los voy a extrañar.


No cambien. Sigan siendo sinceros con uds. mismos y con los que los aman. Esa es la forma de ser feliz. Vayan tras sus sueños y consíganlos.

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